domingo, 15 de diciembre de 2013

Aquellos versos

Fue un amor muy pequeño y un olvido porfiado. 
Pero mi mente al extrañarte… te vuelve un ser cálido,
un abrazo apretado, unas manos de sol recorriéndome el cuerpo.
Te vuelve mago, predicador, profeta. Hasta poeta te vuelve. 

Y me imagino que escribiste para mí los versos de Benedetti.

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